No es lo que sabemos lo que nos hace grandes... Ni lo que decimos, lo que nos hace sabios. Solo nuestras actitudes frente a la vida y la manera de percibir este mundo es lo que nos proyecta tal cual somos: individuos sumergidos en un mar de situaciones que, como las olas, van y vienen pero nunca se detienen.
El sentido de la Vida
Quien crea que su propia vida y la de sus semejantes está privada de significado no es sólo infeliz, sino que apenas es capaz de vivir”
Albert Einstein
(Científico estadounidense de origen alemán)
Muchas veces me he preguntado, ¿cuál será mi misión en esta vida?
¿Qué tendré que hacer para sentirme útil y con ello devolverle la mano a la vida por haberme traído hasta acá?
¿Cuál será en definitiva el verdadero sentido de esta vida terrenal?
Creo que tanto yo, como muchas otras personas se han hecho, o se hacen cada día estas preguntas e incluso muchas más.
Sin embargo, creo que cuando uno comienza a hacer cosas por uno mismo y sobre todo por los demás, ya comienza a vislumbrarse una razón importantísima.
Al ayudar a una persona a ponerse de pie y a hacerla andar ya es un logro.
Si cuando me pongo a respirar cerrando los ojos, llenando cada pulmón del infinito aire y siento que alguien me acompaña en la soledad, es otro motivo para incentivarme y darme cuenta de que no estoy solo, que siempre hay alguien para ayudarme.
Si siento que la naturaleza vibra , que las estrellas brillan aún más cuando las contemplo y que cada lugar que observe en ella me delate un mensaje, es porque en realidad quieren que siga acá viviendo, sintiendo que vivir es mucho más que un corazón palpitante.
Al sentir que camino, que avanzo, que no retrocedo, que voy evolucionando y que en el camino sólo he dejado buenas acciones, nada de rencores, ni amarguras, ni odios, ese es otro sentido de nuestra vida.
Al darme cuenta que durante el camino que me ha tocado recorrer, he dejado buenos amigos, alegrías, lindos recuerdos, momentos felices, gente querida, mucha armonía, he hecho renacer la esperanza y la fe en personas que se cruzaron en mi camino, veo que la vida tiene sentido.
Pero, si me detengo y veo que detrás de mi, hay sólo hierba seca, o bien malos sentimientos y acciones, veré como las raíces, darán la más amarga hiel y frutos podridos.
Mas si todo lo que dejé y planté fue bien abonado, con amor, paciencia, y de corazón, las raíces crecerán fuertes y sus frutos serán tan dulces como la sonrisa de un niño, y cuando termine de cosechar, ese será mi alimento, para continuar mi camino.
Siempre hay que apoyar nuestra mano en el hombro de la gente que de verdad nos quiere pues, en el momento en el que nuestras fuerzas nos falten, allí estarán ellos para ayudarnos, sin pedirnos nada a cambio.
Las alabanzas no deben amarrarnos, pues quien realmente nos quiere, no nos alabará, sino nos apoyará sin palabras vanas.
Es algo que se siente, por lo que sabremos quién nos quiere cuando nos reflejemos en esa persona.
Hablar con sencillez y humildad es lo verdadero, dejemos las palabras orgullosas porque sólo ocultan falsedad.
Utilicemos lo que la naturaleza nos brinda, no malgastemos, mente, cuerpo ni espíritu, pues nuestro tiempo para vivir esta vida es muy poco, así que disfrutar ahora todo lo que tenemos, será nuestra mejor opción.
Cuando sintamos que hay un problema interior que nos acongoja, busquémoslo y arreglémoslo, no juzguemos a los demás por lo que nos pasa…seamos justos con nosotros y con los demás.
La palabra IMPOSIBLE, no debe existir en nuestro vocabulario, todo se puede mientras haya vida y pensemos en positivo, pero si nos encaminamos a lo negativo, desde ya habremos perdido.
Nada es rápido, ningún logro, por lo que si la paciencia nos acompaña siempre, veremos como nuestro camino se engrandece y nos proporciona más oportunidades
Alimentar nuestra Alma, nos hará ser fuertes ante cualquier situación, la que sea.
Un Alma bien alimentada, da energías, incentiva, nutre, anima, y será nuestro mejor escudo contra cualquier batalla.
Cuando hablemos, hablemos mirando a los ojos, sin miedo, siendo transparentes, libre de inseguridades, pues una mirada confusa, sólo nos llevará al miedo y a la decepción.
Una mirada limpia, transmite confianza, esperanza y una seguridad que nadie podrá opacar.
El sentido de la vida, siempre irá por el camino más pequeño, porque es humilde, porque pasa desapercibido, y somos nosotros quienes lo agrandaremos con nuestras actitudes, pensamientos y obras.
Observar la naturaleza y su perfección, nos mostrará el rostro de Dios, y si logramos verlo, entenderemos al fin, cuál es nuestra misión y cuál es el sentido de nuestra vida…HACER EL BIEN Y SER FELICES.
La vida es un milagro que nos fue otorgado con todo el amor.
“Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único”.
Agatha Christie
( novelista inglesa)
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