No es lo que sabemos lo que nos hace grandes... Ni lo que decimos, lo que nos hace sabios. Solo nuestras actitudes frente a la vida y la manera de percibir este mundo es lo que nos proyecta tal cual somos: individuos sumergidos en un mar de situaciones que, como las olas, van y vienen pero nunca se detienen.
¿Qué es para ti la soledad?
Soledad es el miedo a enfrentarse con uno mismo presintiendo que la cosa saldrá mal.
La soledad es la respuesta a todas las preguntas existencialistas.
La soledad buscada es autoconocimiento, la impuesta una condena.
La soledad permite adentrarse en el escenario de lo creado, ayuda a empatizar con Dios.
Soledad es el temor a morir sin dejar huella.
Soledad es necesidad.
Soledad es carestía.
Soledad es vivir la más bella de las experiencias y no tener con quién compartirla.
Soledad es sentir la muerte acechante siendo huérfano de espíritu.
Soledad es tener una meta sin nadie que acompañe el camino en ciertas etapas.
Soledad es anticipación y, por contra, meditación.
Soledad es estar rodeado de gente y sentirse miserable.
Soledad es estar en lo alto de la cima y no poder volar para encontrarse con los ángeles.
La soledad es el precio que pagan los genios y visionarios por su osadía.
La mayoría de las personas prefiere estar mal acompañada que sola.
Soledad es tener respuestas y nadie dispuesto a escucharlas.
Soledad es peregrinaje, viajar a la búsqueda de algo que ya estaba en uno mismo antes de partir. Es, por encima de todo, reconocimiento. Y recogimiento.
Por último: La soledad siempre es relativa, no hay soledad absoluta.
Josami
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