No es lo que sabemos lo que nos hace grandes...
Ni lo que decimos, lo que nos hace sabios.
Solo nuestras actitudes frente a la vida
y la manera de percibir este mundo es lo que nos proyecta tal cual somos:
individuos sumergidos en un mar de situaciones que, como las olas, van y vienen pero nunca se detienen.
A primera vista
Nada puede detener el recuerdo del mejor amor.
No sabe en qué espejo encontrará su reflejo, ni en qué momento, pero, en ocasiones, aparece mucho más cerca de lo que uno jamás esperaría...
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