Hoy es muy importante darse cuenta que el Amor no solo se expresa con palabras sin también con obras, ese infinito amor que recibimos de Dios, sin que lo pidamos, debemos trasmitirlo.
Hay una pregunta picando, ¿para qué soy bueno? Es muy común escuchar: este es muy bueno, muy buena persona, pero ¿bueno para qué?
Todos tenemos talentos que Dios nos da, para renovarnos como personas y crecer en la vida, pero, también para ponerlos a servicio de los otros. Un Cristiano sin servicio, no es un buen Cristiano.
Estamos en deuda con Dios, mi querido hermano; a Él le debemos todo, nuestro ser, que a veces lo damos por dado, por normal, pero muchos no lo tienen, y nosotros que podemos y lo tenemos, por qué negarnos a darnos.
Vivimos en una sociedad muy mezquina… “mío, mío, y si algo me sobra también mío”.
Porque creo tener el derecho a todo ,porque me lo gane, cuando ese derecho le corresponde solo al que te lo da, Dios el único dueño de tu vida y tu talento.
Si Dios tocó tu vida de alguna forma, tienes un deuda con Él, y debes pagarla, y ¿en quién más que en tus semejantes? Qué bello sería pensar, que en el rostro de mi hermano está el de Cristo.
Cuenta tus bendiciones, mira cuánto Él te dio y actúa en consecuencia. No olviden de hacer el bien y de ayudarse mutuamente; esos son los sacrificios que agradan a Dios.
Recuerda Amor con Amor se paga…
Dios te bendiga feliz semana.
Texto J. A. Pellegrini SCJ
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