No es lo que sabemos lo que nos hace grandes... Ni lo que decimos, lo que nos hace sabios. Solo nuestras actitudes frente a la vida y la manera de percibir este mundo es lo que nos proyecta tal cual somos: individuos sumergidos en un mar de situaciones que, como las olas, van y vienen pero nunca se detienen.
DEJA DE POSTERGAR TU FELICIDAD
Todos los seres humanos queremos ser felices y es la búsqueda central de nuestras vidas. Dios nos creó para ser felices y encontramos la felicidad al satisfacer las necesidades.
Hay cuatro necesidades básicas que todo ser humano tiene:
1- La necesidad física: de estar plenos la satisfacemos comiendo sano, haciendo gimnasia y cuidándonos.
2- La necesidad emocional: se alcanza plenitud con intimidad. Cuando una persona intima con sus amigos, hijos, padres, hermanos, con la gente que añade valor a su vida, se siente pleno y feliz. Sin intimidad no hay felicidad emocional.
3. La necesidad intelectual: se satisface con crecimiento, aprendiendo sabiduría, expandiendo la mente.
4. La necesidad espiritual: se satisface sirviendo a Dios y buscándole cada vez más, alcanzando la plenitud en el área espiritual.
Satisfechas estas cuatro áreas seremos felices.
Muchas veces no somos felices y es porque estamos ocupados tratando de serlo con las cosas equivocadas y no tenemos tiempo de estar con nuestros hijos, con nuestra familia, leer un buen libro, congregarnos, buscar del Señor.
Gusto no es necesidad.
Le preguntaron a muchas personas que estaban al borde de la muerte: “Si pudiese poner marcha atrás y sanar su enfermedad, ¿qué cambiaría de su vida?”
El ciento por ciento de las personas dijeron: “Pasaría más tiempo con mi familia, con mis amigos, aprendería más”.
Marketing es una teoría creada que inventa necesidades y las vende como inevitables de satisfacer.
Por ejemplo: Las publicidades relacionan la venta de productos con el placer y la felicidad.
Los jóvenes van a bailar y beben creyendo que permitiéndose “esos gustos” serán felices pero al acostarse siguen con su corazón vacío, porque la necesidad emocional se satisface con intimidad.
Otras personas dicen: “Me compré este perfume, merezco darme el gusto.”
Y viven dándose “gustitos”, compran buena ropa, de marca, pero siguen vacíos porque felicidad no se logra satisfaciendo los gustos sino las necesidades.
En los bailes no hay intimidad por eso no son felices; mirando televisión, informándose con revistas tontas, superficiales, creen satisfacer el área intelectual pero no crecen.
La clave de la felicidad es satisfacer mis necesidades.
Muchas parejas se casan y nunca se ven, entonces ¿para qué se casaron?
Padres que perdieron a sus hijos porque no dedicaron tiempo para estar con ellos, lo ocuparon satisfaciendo los gustos y quedaron vacíos. Por eso, aunque se dan todos los gustos, aumenta el suicidio, la locura, la depresión.
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