No es lo que sabemos lo que nos hace grandes... Ni lo que decimos, lo que nos hace sabios. Solo nuestras actitudes frente a la vida y la manera de percibir este mundo es lo que nos proyecta tal cual somos: individuos sumergidos en un mar de situaciones que, como las olas, van y vienen pero nunca se detienen.
SÉ LA MEJOR VERSIÓN DE TI MISMO
Si el eje de tu vida se organiza para satisfacer las necesidades, serás feliz y llegarás a la mejor versión de ti mismo.
Cada vez que tomes una decisión o salgas con alguna persona, pregúntate si te ayudará a ser la mejor versión de ti mismo.
Cuando te cuidas en las comidas y haces ejercicios eres la mejor versión de vos mismo en el plano físico.
Cuando intimas con gente que añade valor a tu vida eres tu mejor versión en el plano emocional.
Cuando lees, investigas, creces, aprendes eres tu mejor versión en el plano intelectual.
La gran mentira de esta cultura de satisfacer los gustos hace que olvidemos las necesidades.
La gente tiene un montón de amigos pero no intima con nadie, escucha un montón de cosas que no le hacen crecer en nada, comen todo lo que quieren pero no comida sana.
Muchas personas son abnegadas y el abnegado sacrifica sus necesidades por satisfacer las del otro. Ser abnegado es ser terrorista de mis propias necesidades satisfaciendo los caprichos de otro; es postergarse y dejarse para lo último. El abnegado vive ayudando, dando, salvando a los demás y espera que alguien, alguna vez le de las gracias. Dice: “Todo lo que yo hice y me pagan así…”, “Con todo lo que yo ayudé y nadie me llamó”, “Con todo lo que dije y ni una flor me mandaron, no importa “pero en el fondo está resentido.
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