Otro Domingo mas


Apenas enciendo el día y ya la tarde se ha puesto,
en mi interior la libertad gime, se acurruca ahí dentro.
Corren mis ojos, intentan escapar, no pueden...
cae esa pesada cortina,
es noche cerrada llena de luminosidad,
llena de tantas cosas,
pero algo me dice: "deja, no es el momento".

Entonces vuelvo a lo mismo una y otra vez,
a lo mismo siempre, mil veces siempre
me miro los dedos, el teclado negro...
como un mar en movimiento
pero es la lluvia que escucho en mi ventana cayendo.

En realidad es la noche que nunca termina...
esa noche que todos conocemos llena de lluvia.

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