No es lo que sabemos lo que nos hace grandes... Ni lo que decimos, lo que nos hace sabios. Solo nuestras actitudes frente a la vida y la manera de percibir este mundo es lo que nos proyecta tal cual somos: individuos sumergidos en un mar de situaciones que, como las olas, van y vienen pero nunca se detienen.
El Amor en la Pareja
Un hombre fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su mujer y que pensaba separarse.
El sabio lo escucho, lo miro a los ojos y solamente le dijo una palabra:
AMELA, y luego calló.
Pero es que ya no siento nada por ella.
Ámela, repuso el sabio.
Ante el desconcierto del hombre, el sabio agrego lo siguiente:
Amar es una decisión, no un sentimiento. Amar es dedicación y entrega.
Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.
El amor es un ejercicio de jardinería:
Arranque lo que hace daño.
Prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide.
Este preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias.
Mas no por eso, abandone el jardín.
Ame a su pareja, es decir: acéptela, valórela, respétela, dele afecto y ternura, admírela y compréndala.
Y eso es todo: ámela.
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