No es lo que sabemos lo que nos hace grandes... Ni lo que decimos, lo que nos hace sabios. Solo nuestras actitudes frente a la vida y la manera de percibir este mundo es lo que nos proyecta tal cual somos: individuos sumergidos en un mar de situaciones que, como las olas, van y vienen pero nunca se detienen.
Hacer el amor
Me encontraba haciendo el amor con una mujer bellísima, realmente bella. No podía haber encontrado femenidad más exquisita, pues su respuesta al acto de amor era intensa, encendía mi naturaleza de hombre. Tocarla, sentir sus besos, hinchaba mi corazón de alegría al tiempo que mi cuerpo estallaba de placer.
En verdad, esta mujer era hermosa, muy hermosa. Ella tenia una cicatriz de 50 cm, precisamente donde antes hubo un voluptuoso busto. Su espalda y su pecho presentaban profundas quemaduras negras, imposibles de ignorar en su bella piel; su cutis lucía pálido, seco, cansado, no tenía cabello ni cejas.
Esa mujer era mi esposa, llevaba 2 años con cáncer de mama y había estado sometida a intensas sesiones de quimioterapia, le habían hecho perder el cabello y secado la piel. Las radiaciones que recibió le habían quemado su de por sí maltrecho cuerpo, y tuvieron que mutilarle la parte izquierda de su busto, en un desesperado esfuerzo por evitar la metástasis.Para cualquier hombre, esa mujer era un monstruo, pero para mí, era la mujer más hermosa que podía ver mis ojos y sentir mi cuerpo.
Yo la amaba, de verdad, la amaba mucho. La conocí en las fiestas patronales de su pueblo y ella era la reina de esas festividades.En verdad era muy bella y así se mantuvo toda la vida. Se cuidaba mucho para mí, siempre quería agradarme, era coqueta y me seducía, su femenidad era insoportable. Nuestras bodas de plata las celebramos en casa. Compré una botella de champaña, saqué el par de copas de nuestra boda, le regale un ramo de rosas rojas y bailamos, como pudimos, con la música de Leo Dan.
Levante mis brazos a esta hermosa mujer, la deposite en nuestra cama, tiernamente la desnude, nos besamos apasionadamente, entramos en calor, se encendieron los ánimos y alcanzamos un explosivo orgasmo.
Agotados y desnudos logramos conciliar un profundo sueño lleno de paz y amor. Mi esposa no despertó nunca... esa noche murió...Solo recuerda que hacer el amor... es eso, amor y no solo sexo con alguien bonito... enamorarse es poseer algo que está fuera del alcance de la edad y del tiempo...Cuando amas profundamente una flor, también amas su marchitamiento.Cuando amas profundamente a una mujer, también la amas aún en la vejez, y algún día asimismo la amarás después de su muerte.
El amor no conoce otra cosa que no sea amor.
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