No es lo que sabemos lo que nos hace grandes... Ni lo que decimos, lo que nos hace sabios. Solo nuestras actitudes frente a la vida y la manera de percibir este mundo es lo que nos proyecta tal cual somos: individuos sumergidos en un mar de situaciones que, como las olas, van y vienen pero nunca se detienen.
LA ESENCIA DEL SER
Sabrás del dolor y de la pena de estar con muchos, pero vacío.
Sabrás de la soledad de la noche y de la longitud de los días.
Sabrás de la espera sin paz y de aguardar con miedo.
Sabrás de la soberbia de aquellos que detentan el poder y someten sin compasión.
Sabrás de la deserción de los tuyos y de la impotencia del adiós.
Sabrás que ya es tarde y casi siempre imposible.
Sabrás que eres tú el que siempre da y sientes que pocas veces te toca recibir.
Sabrás que a menudo piensas distinto y tal vez no te entiendan.
Pero sabrás también:
Que el dolor redime.
Que la soledad cura.
Que la fe agranda.
Que la esperanza sostiene.
Que la humildad ennoblece
Que la perseverancia templa
Que el olvido mitiga.
Que el perdón fortalece.
Que el recuerdo acompaña.
Que la razón guía,
Que el Amor dignifica…
Porque lo único que verdaderamente vale es aquello
que está dentro de ti, y por encima de todo está Dios sólo tienes que
descubrirlo y así, hallarás la verdadera Paz.”
Juan XXIII
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