Muchas veces todos hemos oído comentar que la vida es como una escuela en la que tenemos que ir pasando niveles (para evolucionar) y "graduarnos". Hemos dado por sentado que es así, más o menos como un video juego con sus pruebas cualificantes, que tras su superación te otorgan o bien la recepción de un objeto mágico, por ejemplo una espada de poder, o bien una nueva cualidad psicológica, como por ejemplo, la fuerza.
Películas de ficción, como la saga "La guerra de las galaxias" son un ejemplo vivo de esto, y los cuentos de toda la vida, los cuentos de hadas siguen una estructura similar. Quizá es por ello que hemos adaptado en nuestro imaginario que la vida es una reproducción de las mencionadas ficciones.
Cierto es que la Vida, en su infinita generosidad, permite que se pueda jugar con ella, como permite tantas otras cosas. Pero, ¿es la vida una escuela donde hemos venido a aprender? ¿Puede la existencia asemejarse a una escuela? La Vida puede perfectamente asemejarse a una escuela, o a cualquier otra cosa que nos parezca lo suficiente seductora como para fantasear con ello.
Pero puede que una mirada interior permita darse cuenta de la realidad intrínseca de la vida. No puedo en unas líneas exponer qué es la Vida, la Vida es una realidad para vivirla, se accede a través de cierta introspección pero toda su codificación no va más allá que la que contiene el ADN, que probablemente es mucho más de lo que somos conscientes o podemos experimentar.
Es perfectamente lícito vivir engañado, a veces es la única forma de aguantar la realidad. Pero merece la pena atreverse a adentrarse en lo que somos, tan pronto como se nos presente la ocasión.
Los niveles, de momento, mantengámolos en los márgenes de la ficción.
Películas de ficción, como la saga "La guerra de las galaxias" son un ejemplo vivo de esto, y los cuentos de toda la vida, los cuentos de hadas siguen una estructura similar. Quizá es por ello que hemos adaptado en nuestro imaginario que la vida es una reproducción de las mencionadas ficciones.
Cierto es que la Vida, en su infinita generosidad, permite que se pueda jugar con ella, como permite tantas otras cosas. Pero, ¿es la vida una escuela donde hemos venido a aprender? ¿Puede la existencia asemejarse a una escuela? La Vida puede perfectamente asemejarse a una escuela, o a cualquier otra cosa que nos parezca lo suficiente seductora como para fantasear con ello.
Pero puede que una mirada interior permita darse cuenta de la realidad intrínseca de la vida. No puedo en unas líneas exponer qué es la Vida, la Vida es una realidad para vivirla, se accede a través de cierta introspección pero toda su codificación no va más allá que la que contiene el ADN, que probablemente es mucho más de lo que somos conscientes o podemos experimentar.
Es perfectamente lícito vivir engañado, a veces es la única forma de aguantar la realidad. Pero merece la pena atreverse a adentrarse en lo que somos, tan pronto como se nos presente la ocasión.
Los niveles, de momento, mantengámolos en los márgenes de la ficción.
Rita General. |
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