Mostrando entradas con la etiqueta No. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta No. Mostrar todas las entradas

No es No


-No, es No y hay una sola manera de decirlo. No. Sin admiración, sin interrogantes, ni puntos suspensivos.
-No, se dice de una sola manera. Es corto rápido, monocorde, sobrio y escueto.
-No, se dice una sola vez. Con la misma entonación.
-Un No que necesita de una larga caminata o una reflexión en el jardín no es No.
-Un No que necesita de explicaciones justificadoras, no es No.
-No, tiene brevedad.
-No, no deja puertas abiertas ni entrampa con esperanzas, ni puede dejar de ser.
-No, aunque el otro y el mundo se pongan patas arriba.
-No, es el fin de un libro, sin más capítulos ni segundas partes.
-No, no se dice por carta, ni se dice con silencios, ni en voz baja, ni gritando, ni con la cabeza gacha, ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos devueltos, ni con pena, aún menos con satisfacción.
-No, es No.

Cuándo el No es No, se mirará a los ojos y el No se descolgará naturalmente de los labios. La voz del No, no es trémula, vacilante, ni agresiva, no deja lugar a dudas.
Ese No, no es una negación del pasado, es una corrección al futuro.

Y sólo quién sabe decir No, puede decir Si.

No sé


No sé si la vida es corta o demasiado larga para nosotros,
pero sé que nada de lo que hacemos en la vida tendrá sentido,
si no toca el corazón de las personas.

Muchas veces basta ser:

Un brazo que protege,
Un abrazo que envuelve,
Una palabra que conforta,
Un silencio que respeta,
Una alegría que contagia,
Una sonrisa que aprueba,
Una lágrima compartida,
Un deseo que sacia, y
El amor que ilumina.

Y eso no es algo de otro mundo.
Es lo que da sentido a la vida.
Es lo que contribuye
para que la vida no sea
ni muy corta,
ni tan larga,
sino para que sea intensa, verdadera, pura.



(Desconozco su autor)