
o el vuelo de una mariposa...
o una tormenta...
o el movimiento rítmico del mar...
o un árbol reverdeciendo...
Cada día, es una bendición que se nos da gratuitamente...y la única obligación que se nos exige es ser felices...
Hoy deténganse...y miren el atardecer o la luna que mengua rodeada de luceros...
o el amanecer...permítanse sentir el soplo de la brisa en la cara...y admiren la brillantez de los retoños en los árboles.
Llénense las pupilas de vida...
Y disfrútenla plenamente.