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Siembra...siembra... y sigue sembrando

Sin importar el resultado de la cosecha, por favor no te detengas a ver si las semillas germinaron o no, sólo sigue adelante, sigue sembrado, que si siembras con bondad y alegría, algún día sus frutos dulces comerás.

Recuerda, que al sembrar, no lo haces para ti, sino para los demás. Si todos sembramos buena fe y bondad, a la larga y al final del camino tendremos un terreno muy grande, frondoso y floreado, donde verdaderamente provoque estar y vivir.

Nuestro entorno es producto de nuestro trabajo, no esperes por favor que venga otro a sembrar por ti, hazlo tú mismo, empieza ahora mismo, nunca es tarde para hacerlo, y siempre es muy temprano para terminar.

Cada acto, cada palabra, cada sonrisa, cada mirada, es una simiente. Cada una tiene en sí el poder vital y germinativo.
Procura, entonces, que caiga tu simiente en el surco abierto del corazón de los hombres y vigila su futuro.
Procura, además, que sea como el trigo que da pan a los pueblos y no produzca espinas y cizañas que dejen estériles las almas.

Muchas veces sembrarás en el dolor, pero tu siembra traerá frutos de gozo.
A menudo sembrarás llorando, pero... ¿quién sabe si tu simiente no necesita del riego de tus lágrimas para que germine?

¿Rompió el alba y ha nacido el día?, salúdalo y siembra.
¿Llegó la hora cuando el sol te azota?, abre tu mano y arroja la semilla.
¿Ya te envuelven las sombras porque el sol se oculta? eleva tu plegaria y siembra.

Si eres niño, siembra, tus propias manos recogerán el fruto.
Si ya eres viejo, las manos de tus hijos lo cosecharán.
Cada acto, cada palabra, cada sonrisa, cada mirada, fructificará según como lo siembres.

Ve y arroja el grano, ve abriendo el surco y siembra. Y cuando llegue el atardecer de tu vida, enfrentarás la muerte con los brazos cargados y una amplia sonrisa, como el sembrador que, dejando la mancera al terminar el día, se acerca cargado y sonriente a la dulce cabaña donde lo espera la amada esposa y la sabrosa cena.

Cada acto, cada palabra, cada sonrisa, cada mirada es una simiente.
Procura, siempre: "una siembra de amor".

VOY A SEGUIR


Voy a seguir creyendo ,aún cuando la gente pierda la esperanza.

Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.

Voy a seguir construyendo, aún cuando otros destruyan.

Voy a seguir hablando de Paz, aún en medio de una guerra.

Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad.

Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.

Y seguiré gritando, aún cuando otros callen.

Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas

Y transmitiré alivio, cuando vea dolor

Y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristezas.

Invitaré a caminar al que decidió quedarse

Y levantaré los brazos, a los que se han rendido.

Aún en medio de una tormenta,
por algún lado saldrá el sol

Y en medio del desierto crecerá una planta.

Siempre habrá un pájaro que nos cante,
un niño que nos sonría y una mariposa que nos brinde su belleza.

Pero...si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o callo, solo acércate
y dame un beso un abrazo o regálame una sonrisa,
con eso será suficiente,
seguramente me habrá pasado que la vida me abofeteó
y me sorprendió por un segundo.

Solo un gesto tuyo hará que vuelva a mi camino.

Nunca lo olvides........