No es lo que sabemos lo que nos hace grandes... Ni lo que decimos, lo que nos hace sabios. Solo nuestras actitudes frente a la vida y la manera de percibir este mundo es lo que nos proyecta tal cual somos: individuos sumergidos en un mar de situaciones que, como las olas, van y vienen pero nunca se detienen.
Ofrenda
Vengo a ofrecerme a ustedes, Aprovechen la oferta,
Es variada pero viene en un único envase,
ofrezco aquí mis brazos y mi corazón.
Velamen y motor de un barco que aun navega por los mares del asombro y la alegría de estar vivo.
Un cuerpo aun vital y viril, resistiéndose al paso de los años, a pesar de las canas que pueblan mi cabeza.
Unas piernas fuertes para sostener mi inflado ego, y una piel que, a pesar de algunas arrugas aun conserva su color original, ofrezco también una mente despierta que aun se mantiene alerta a las mentiras y pequeñas trampas con las que intento zancadillear, solo a fin inventarme una imagen de mi mismo.
Doy a quien lo desee, un alma aun digna y orgullosa, a pesar del tiempo y de algunos profundos arañazos a los que la expuse, cegado por la inconciencia, empecinada en elevar su estatura a base de volar junto a algunos sueños aun incumplidos, sin colgarse de escaleras oportunistas, ni caer en la fácil tentación, de trepar por y sobre nadie.
Ofrezco a quien las pida unas manos calidas y fuertes, que por creer en quimeras, fueron desgastándose un poco en caricias inútiles y en pasiones desencontradas, manos que aun son capaces de dar amor, de proteger y dar placer, manos que jamás robaron, o mataron, manos limpias y esterilizadas, listas para dar caricias a corazón abierto, en alguna noche donde el desconsuelo les gane.
Pero no todo son rosas, a la que acepte la oferta le serán entregadas también mis manías y creencias, mis convicciones, equívocos, y desaciertos.
Junto a una tozudez que me impulsa a embarcarme aun en algunas autopias.
Va también una pequeña cuota de soberbia desconsiderada exageración de mis razones, vestigios de mi otra falta de humildad.La persona que acepte una parte de mi, también deberá aceptar la otra todos somos seres únicos he indivisibles.
Es por eso que el precio no es bajo, mis defectos son variados y de una sola índole...La humana.
Mis intenciones son sanas y no pretendo engañarlos.
La oferta esta a la vista.
No se equivoquen, a esta edad ya no hay devolución.
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