No es lo que sabemos lo que nos hace grandes... Ni lo que decimos, lo que nos hace sabios. Solo nuestras actitudes frente a la vida y la manera de percibir este mundo es lo que nos proyecta tal cual somos: individuos sumergidos en un mar de situaciones que, como las olas, van y vienen pero nunca se detienen.
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Malentendidos
El camino a todos los infiernos está empedrado de malentendidos.
Qué seríamos sin ellos? Sólo mentes y corazones al desnudo, sin necesidad de retorcimientos verbales pretendidamente comunicantes.
Dolorosas trenzas de malentendidos, o aburridas exposiciones de lo que a nadie apasiona.
Palabras y mentiras, mentiras y palabras.
Podrá hablarse palabras que develen verdades?
Encubrimientos, laberintos, vanidad de vanidades y pura vanidad.
Quisiera poder exponer el alma en un silencio que lo exprese todo, y recibir un eco amigo en respuesta. El corazón en la mano, como quien dice, quietamente transparente.
Pero me sale un grito Piedras en el desierto me devuelven el eco.
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